PRESENTACIÓN

No soy filólogo académico. Esto es, no soy licenciado en filología. Pero podríamos decir que soy filólogo etimológico, es decir, en su sentido originario. Pues amo las palabras.

Desde luego no considero el estudio de las etimologías una ciencia positiva. Es, más que otra, una ciencia hermenéutica. Pero esto tiene sus ventajas, pues si no siempre descubre verdad, casi siempre produce belleza.

Me he animado a hacer esta recopilación de términos, con algunas humildes aportaciones de mi propia cosecha, para que pueda ser consultada por artistas, poetas, filósofos y demás lunáticos difícilmente clasificables. También para que sirva de ayuda a estudiantes de filosofía y, por supuesto, a mis propios alumnos.

Esta especie de diccionario es algo vivo. Pues no doy por cerrada las definiciones y explicaciones dadas. Rectificaré, añadiré o suprimiré frases o palabras en la medida que mis conocimientos me lo vayan permitiendo o se desborde mi imaginación.

Huelga decirlo, pero agradeceré infinito toda aportación, rectificación o matización que venga de mis lectores. Y que tengo por seguro que son, en su mayoría, más sabios y doctos que yo en estas lides. Mi conocimiento del latín y el griego es muy precario (de lo cual obviamente me avergüenzo). Aunque últimamente pongo empeño. Por lo que sin duda habrá errores que espero subsanar con vuestra desinteresada ayuda.

He consultado fundamentalmente una estupenda página chilena que os recomiendo vivamente. Todo mi agradecimiento para ellos. Y un sincero y caluroso abrazo por su intento, mucho más ambicioso que el mío, de construir un diccionario etimológico general para todo el mundo hispano. Mi tímido proyecto solo pretende alcanzar los términos filosóficos griegos (quizá más adelante incluya términos latinos, alemanes e ingleses).

Para terminar, os dejo con este estupendo video subido por el profesor Ricardo L. Rodríguez que nos ayuda a familiarizarnos con el alfabeto griego de una forma muy original.